Este lug@r donde vivimos
- entrelampistas
- 8 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 jul
Sobre cómo habitamos internet, quién lo diseña y qué estamos aceptando sin preguntar.

Por años hablamos de internet como algo que se usa; contamos el tiempo que pasamos en la pantalla, qué contenido consumimos, qué información compartimos. Pero cada vez resulta más evidente que para entender cómo habitamos internet no basta con mirar lo que hacemos. Porque no lo controlamos, lo habitamos, y ese espacio aunque parezca libre está construido. Digital degrowth, Michael Kwet.
Hemos adoptado una idea única de tecnología la cual la podemos distinguir por su velocidad, su capacidad para capturar nuestra atención y crecer sin pausa. Ya vimos como las redes sociales afectan nuestra atención, emociones, incluso entornos sociales y políticos, ahora ¿qué podemos esperar de la inteligencia artificial que opera con más velocidad, poder, y más capacidad de interferir en nuestras decisiones? Especialmente porque el modelo sigue siendo el mismo; construir entornos donde lo que importa no es el bienestar sino el rendimiento.
Nos estamos acostumbrando a vivir bajo la lógica de lo urgente. A dejar que las plataformas automaticen nuestras decisiones, nuestras emociones, nuestras conversaciones. A adoptar la siguiente nueva cosa de forma automática. Muchas de nuestras acciones en línea son meras reacciones. Abrimos una app, pasamos por cinco o seis pantallas y cuando volvemos en nosotros ya pasaron 5 minutos, esto no es intención, es diseño. Lo que más vemos es lo que más nos retiene, siendo espejo y molde.
La capacidad de producir contenido a gran escala, adaptado en tiempo real introduce una velocidad, precisión y densidad de información que hace difícil medir el tamaño de la pedrada. El contenido ya no solo se selecciona, se genera. Y lo hace con un nivel de personalización que dificulta distinguir entre lo que elegimos y lo que simplemente se nos presenta.
¿Desde dónde estamos usando estas tecnologías?
¿En qué medida reflejan nuestras intenciones?
¿Estamos diseñando cómo queremos habitar internet o solo nos estamos dejando llevar?


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